En la
relación cultural, social o de orientación y animación entre personas, no es
tanto lo que se enseña, o lo que se logra, sino el tipo de vínculo que se crea
entre el profesor y el resto de las personas, o la misma relación de los
integrantes del grupo. En los niños, en su primera edad, se da una gran
dependencia de parte de los adultos, pero en los adultos, la dependencia debe
transformarse en cooperación, en creatividad o en participación.
El profesor
orientador debe potenciar, por lo tanto, que las personas que estén trabajando
con él salgan de su radio de influencia en lo posible, procurando que se
vinculen con otras personas.
Eliminar los
estereotipos
Son
estereotipos:
·
Hay un bagaje
cultural que hay que aprender
·
Hay gente que
sabe el saber
·
El profesor
es el que sabe
·
Los demás
reciben de los que saben
·
El que sabe
dice cómo y dónde hay que aprender
·
El que sabe
es el que consigue las cosas
Características
del profesor orientador
En relación
con su persona
·
es innovador
·
se manifiesta
tal y como es
·
manifiesta
sus sentimientos
·
es persona y
no materializa porque sí los proyectos de otros
·
es
participativo
·
es crítico
·
es coherente
·
es técnico
·
cree lo que
dice y hace
·
es asertivo,
facilitador
·
quiere resolver
los problemas
·
aprende de
los demás
·
le interesa
todo lo que ocurre en el grupo
Con relación
al vínculo interpersonal
·
rompe el
estereotipo del vínculo dependiente
·
es
«no-directivo» como comportamiento global
·
es directivo
para ayudar a que los demás modifiquen su propio rol
·
orienta al
grupo y a los individuos en la búsqueda de su propia identidad
·
da coherencia
al grupo
·
facilita los
cambios en las actitudes y comportamientos del grupo
·
intenta que
el grupo se independice del líder
En relación
con los aspectos formativos
·
es un
pedagogo de la acción
·
enseña a
planificar y controlar la planificación
·
orienta la
acción propuesta
·
facilita la
revisión de los procesos y de los resultados
·
escucha y
comprende las experiencias de los otros
·
En relación
con los aspectos técnicos
·
se preocupa
por su propia formación
·
estudia los
problemas
·
plantea
soluciones y planifica formas de acción
·
es creativo
·
juzga sus
propios actos
·
revisa y
mejora sus actuaciones
Funciones
del profesor orientador:
·
Detectar las
necesidades de los alumnos conectándolas con los programas de aprendizaje
·
Animar,
dinamizar y facilitar el desarrollo de los alumnos
·
Diseñar,
dirigir y realizar cursos y talleres de su especialidad
·
Localizar
recursos para el desarrollo de las actividades
·
Participar en
el proyecto general formativo, responsabilizándose de las tareas específicas
que le son encomendadas
·
Participar en
un equipo multidisciplinar que desarrolle una acción formativa
Actitudes especialmente
requeridas para la docencia
Como
requisito previo, imprescindible en un profesional de la educación, ha de
considerarse una especial inclinación, amor y confianza en la tarea
trascendente de educar, de transmitir parte importante de sí mismo a los demás
con fines de servicio. Se trata, en suma, de lo que muchos entienden por
vocación. Es imprescindible que el profesor posea cualidades específicas de
su profesión.
Gran
confianza en la educación, en su trabajo concreto. Sin fe auténtica en los
frutos del proceso que él dirige, difícilmente será capaz de vivirlo con
ilusión y entusiasmo y mucho menos transmitirlos a sus estudiantes. La
educación, adecuación a los comportamientos sociales de un grupo humano, o
socialización, se transmite de generación en generación y es en su mayoría
inconsciente. La transmisión se realiza normalmente por modelos humanos, por
contagio.
Respeto hacia
los alumnos, que ha de manifestarse en actitudes de comprensión, ayuda,
simpatía, justicia...
Sociabilidad
y comunicabilidad como actitudes que favorecen los procesos de interacción
psicológica y social en que inevitablemente ha de basarse el proceso formativo.
El profesor debe ser capaz de abrirse a los demás y ofrecer sus conocimientos,
sus ideas y su amistad.
Respeto y
cultivo de los valores humanos: morales, intelectuales, culturales, etc.
Actitud de continuo perfeccionamiento en todas las dimensiones de la persona.
Aptitudes
para la enseñanza
Es evidente
que todo trabajo requiere unas capacidades mínimas sin las cuales puede
resultar difícil, casi imposible, alcanzar cotas elevadas de eficacia.
Para la
profesión docente cabría indicar algunas:
·
Estabilidad
emocional
·
Dominio del
lenguaje y otros códigos útiles para la comunicación
·
Capacidad de
reacción ante situaciones inesperadas en un proceso activo de enseñanza
·
Capacidad de
adaptación a las circunstancias del alumno
·
Normalidad
física: voz, capacidad de movimientos, etcétera
Estos
factores son estupendos colaboradores que facilitan el buen hacer del profesor,
no obstante el elevado número de variables que intervienen en el proceso de
comunicación intelectual y espiritual entre docente y alumno hace que ciertas
deficiencias puedan ser compensadas sobradamente con recursos de otra
naturaleza, que la voluntad firme y el amor por el trabajo bien realizado
pueden potenciar.
Dominio de
la materia que ha de enseñar
Es innegable
la importancia de que el profesor domine perfectamente el conjunto de saberes
que ha de usar como medio de formación. Durante mucho tiempo se ha prestado
gran importancia a este aspecto con olvido, incluso, de los demás. Gran número
de profesores ha sido seleccionado atendiendo, exclusivamente a su preparación
científica, a su cualificación de «experto». La situación actual es bien
distinta, se tiende a restar importancia a este factor y existe el riesgo de
caer en el extremo opuesto: formar profesionales que sepan cómo han de enseñar
pero que ignoren o conozcan defectuosamente lo que han de enseñar.
El error de
antaño ha de corregirse añadiendo a aquella rigurosa preparación científica los
demás requisitos para la buena docencia; no es lógico pretender desarrollar un
miembro mutilando otro. La instrucción, que el profesor debe proporcionar al
alumno, se basa fundamentalmente en la transmisión de conceptos, instrumentos,
contenidos y principios.
Preparación
técnica docente
Es este un
aspecto de enorme actualidad porque es en los últimos años cuando se ha
empezado a prestar atención a la preparación pedagógica del profesor de
enseñanzas medias y superiores. El profesorado de enseñanza general o primaria
gozaba ya de este tipo de preparación.
Los procesos
de aprendizaje, la metodología de trabajo que el profesor debe proporcionar a
los alumnos, se basa fundamentalmente en la transmisión de estrategias que el
alumno debe aprender porque son fundamentales para su supervivencia, su futuro
académico, profesional y laboral. De ahí el cuasi axioma: «Importan más
los procesos que los resultados», ya que los procesos permanecen de por
vida y los resultados son productos de buenos procesos, pero pueden ser poco
permanentes.
Se admite hoy
sin discusión que el profesor ha de conocer y saber aplicar técnicas educativas
que, potenciando sus propios recursos naturales, permitan obtener la máxima
rentabilidad de su trabajo y el de sus estudiantes. En la actualidad se
considera imprescindible que el profesor, cualquiera que sea su especialidad,
conozca y aplique conceptos de psicología del aprendizaje y evolutiva que le
permita conocer mejor a sus estudiantes y los principios que rigen los procesos
de aprendizaje y de orientación escolar.
Técnicas de
programación y evaluación educativa
·
Métodos de
enseñanza adecuados a los objetivos que han de ser alcanzados
·
Utilidad y
manipulación de los recursos que la tecnología actual pone a su disposición
·
Un conjunto
de habilidades que le confieran un «saber estar» en el aula y «saber dirigir»
el trabajo escolar en gran grupo, grupos coloquiales o de trabajo y tareas
individuales
En suma, que
se convierta, en mayor o menor grado, en un técnico de educación capaz de
definir con precisión los objetivos de la enseñanza y prever las estrategias
más oportunas para alcanzarlas, teniendo en cuenta los intereses y capacidades
de sus alumnos y el tipo de conocimientos que han de ser utilizados o
aprendidos. Con estos criterios, los contenidos, cuya enorme importancia se ha
destacado antes, son sólo medios para lograr los fines educativos.
Conocimiento
y transmisión de habilidades para la búsqueda de empleo
En otros
lugares de este texto, se afirma que el profesor está en constante puesta al
día, no solamente en lo que a su profesión se refiere, sino también en todo
aquello que tiene que ver con el dominio del mundo laboral en que se encuentra.
Su misión es formar para el trabajo, y ya desde la escuela infantil, pasando por
todo el sistema educativo, se debiera tener en cuenta la futura ocupación del
alumno.
Se da con
cierta frecuencia, más en la universidad y en tribunales de oposiciones, que
algunos profesores son celosos de que otras personas accedan a su profesión.
Pareciera que se van a ver disminuidos profesionalmente, que les van a quitar
trabajo o que van a tener en el futuro que competir con sus propios alumnos.
Aunque fuera cierto, la misión fundamental del profesor es transmitir
conocimientos, habilidades y destrezas, pero también comportamientos
profesionales y vías de acceso al trabajo.
La Formación del profesorado
Un
aspecto fundamental que no puede descuidarse al orientar a futuros profesores
hacia el empleo, es su propia preparación, que debe extenderse a todos los
ámbitos de su vida personal y profesional. El experto que se dedica a la
docencia, adquiere responsabilidades inherentes a su nueva ocupación. En muchos
casos, tal vez en la mayoría, su nueva actuación se convierte en la profesión
definitiva.
a)
Formación científica
La
formación científica debe ser muy cuidada. El profesor debe poseer un bagaje de
conocimientos muy superior a los que ha de transmitir para compensar las
pérdidas que inevitablemente se producen en el acto de comunicación del saber. Es
conveniente que el profesor esté familiarizado con otros conocimientos
relacionados con la materia de su especialidad, así como poseer un buen nivel
cultural aún en campos no relacionados con la misma. Esta formación suele
adquirirse en los centros de enseñanza, generalmente universitarios, en cuyos
planes de estudios no se recogen adecuadamente las disciplinas de tipo
pedagógico.
b)
Formación pedagógica
En lo
que se refiere a la formación pedagógica, suele recibirla el futuro profesor
una vez graduado en la escuela o facultad correspondiente, mediante cursos de
corta duración en los que se incluyen temas de Didáctica, Psicología de la
Educación y Tecnología Educativa. Este tipo de cursos viene prestando las
siguientes dificultades:
Los
futuros profesores acuden a ellos en muchos casos sin la convicción de la
utilidad de los mismos.
Suelen
resultar faltos de adecuación a la problemática real de la educación debido a
que los formadores que los imparten, o son teóricos de la pedagogía con
desconocimiento de las materias que los alumnos deberán enseñar o son
especialistas en dichas materias con escasa o nula formación pedagógica. Suelen
ser excesivamente teóricos, dejando al futuro profesor ante el grave problema
de transferir los conocimientos adquiridos a las situaciones reales de
enseñanza. El tiempo dedicado a estos cursos suele ser muy reducido, lo que
obliga a concentrar excesivamente las materias o a limitarse a realizar una
vulgarización de los conocimientos.
La presentación del currículum mediante
informática.
En la
actualidad la nueva tecnología obliga a ejercer la creatividad en función de
elementos informáticos. Estos, aunque todavía muchas personas opinan lo
contrario, deben ayudar y apoyar la mente creadora, con el fin de dar respuesta
a los desafíos que proyecta la sociedad de la información. Hace muy pocos años,
los profesionales presentaban su currículum a mano o a máquina, con
presentaciones limpias y esmeradas.
Con
cada vez mayor frecuencia, el currículum se presenta vía Internet, mediante correo
electrónico, y son cada vez más las empresas e instituciones que poseen
sistemas de almacenamiento de datos a los que se accede mediante correo
electrónico o páginas Web. Por esta razón no se debe evitar en la formación de
profesionales la enseñanza de los sistemas informáticos, la toma de contacto
con empresas a través de Internet y el aprendizaje o reciclaje, en su caso, de
los elementos necesarios para moverse en el mundo de la electrónica, la
informática y la cibernética.
En la
didáctica de la orientación es cada día más fácil poner al alumno en situación
de adquirir conocimientos y realizar, por lo menos las consultas elementales a
través de la red y elaborar su propio currículum vitae para enviarlo por la
misma. Otros programas, Power Point y similares, de presentación de textos e
imágenes ayudan a realizar con mucha pulcritud y eficacia lo que hasta el día
de hoy se realizaba en papel.